Señales divinas de todos los díasCada vez que veo a Doña Lucha Reyes recibirme todas las mañanas a la entrada de mi trabajo, tengo la ligera sospecha de que EL CABARET ME ESPERA... y que ahí está, no se irá.
Cada vez que veo a Doña Lucha Reyes recibirme todas las mañanas a la entrada de mi trabajo, tengo la ligera sospecha de que EL CABARET ME ESPERA... y que ahí está, no se irá.